Si eres administrador de empresa necesitas conocer cómo protegerte de la responsabilidad.
La protección por responsabilidad del administrador de empresa es esencial en el mundo empresarial actual, la figura del administrador juega un rol crucial, no solo en la gestión cotidiana sino también frente a la ley. Con responsabilidades que trascienden las operaciones comerciales diarias, los administradores se encuentran en una posición vulnerable ante diversas situaciones legales. Por ello, comprender la amplitud de la responsabilidad civil y mercantil es esencial para cualquier administrador que busque proteger tanto su patrimonio como su gestión empresarial.
Si eres administrador de sociedad limitada o anónima y quieres contar con un asesoramiento objetivo y continuo, si necesitas defensa judicial o si el actuar del administrador está perjudicando a tu empresa o a tu persona contacta ya con nosotros:
¿Cuándo Pueden ser Responsables los Administradores?
Los administradores pueden enfrentarse a responsabilidades en diversos escenarios. El incumplimiento de las obligaciones legales, como la falta de diligencia debida, gestión inadecuada de los activos de la empresa, o la violación de estatutos corporativos, pueden conducir a acciones legales. Otros casos incluyen la inobservancia de las normativas fiscales y de seguridad social, y no actuar con la prudencia y diligencia esperada de un representante legal.
Si quieres saber más sobre algún procedimiento concreto que afecte a los administradores o si quieres saber cómo podemos ayudarte con nuestros servicios legales y judiciales a empresa, consulta nuestros servicios para concursos de acreedores y para derecho de empresa.
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Casos Más Comunes de Responsabilidad. Importancia de conocer, controlar y protegerte de los riesgos de ser administrador
Entre los casos más frecuentes destacan:
- No actuar con la diligencia debida: Se espera que los administradores actúen con la diligencia de un empresario ordenado y un representante leal. Si se demuestra negligencia o imprudencia grave, pueden ser declarados responsables.
- Infracción de los estatutos: Cuando los administradores toman decisiones o actúan de manera contraria a la Ley de Sociedades de Capital o a los estatutos de la sociedad.
- Distribución de dividendos de forma inadecuada: Cuando reparten dividendos a sabiendas de que la sociedad no tiene suficiente solvencia para hacer frente a sus obligaciones a corto plazo.
- Actuar en beneficio propio o de terceros: Los administradores no deben anteponer sus intereses personales o los de terceros al interés social.
- Continuar con la actividad a pesar de la insolvencia: Si una empresa se encuentra en situación de insolvencia y, a pesar de ello, continúa con su actividad sin solicitar el concurso de acreedores.
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No convocar Junta General: Especialmente cuando es necesario tomar decisiones cruciales o cuando los estatutos o un porcentaje significativo de accionistas así lo requieren.
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No llevar una contabilidad adecuada: Falta de transparencia en las cuentas o llevar una doble contabilidad.
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Decisiones que provocan daños patrimoniales: Cualquier decisión que, siendo contraria a la ley o a los estatutos, cause un daño económico a la sociedad o a los socios.
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No depositar cuentas anuales en el Registro Mercantil: Los administradores están obligados a formular y depositar las cuentas anuales, y la no realización de este acto puede considerarse un incumplimiento.
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Contraer deudas sin tener la previsión de poder atenderlas: Si los administradores toman decisiones financieras que incrementan significativamente las deudas sin una previsión realista de poder hacerles frente.
- Decisiones empresariales que causan pérdidas significativas: especialmente si se toman sin una estrategia clara o sin considerar los riesgos. Estaríamos en el ámbito de la negligencia o responsabilidad civil.
- Incumplimiento de normativas: como las leyes fiscales, laborales, o medioambientales.
- Mala gestión de los fondos de la sociedad con perjuicio para esta o para los socios.
Consecuencias de la Responsabilidad Civil
Las consecuencias pueden ser severas, abarcando desde la indemnización económica por daños y perjuicios, hasta repercusiones personales como la inhabilitación para ejercer cargos directivos. En situaciones más graves, los administradores pueden enfrentar cargos penales, lo que subraya la importancia de la prevención y el conocimiento exhaustivo de sus responsabilidades legales.
Protección por responsabilidad del administrador de empresa: Prevención a Través del Asesoramiento Legal
Un abogado especializado en derecho de empresa puede ser el mejor aliado para un administrador. Su asesoramiento puede:
- Identificar riesgos y proponer soluciones.
- Mantener al administrador actualizado en cuanto a sus obligaciones.
- Realizar auditorías legales periódicas.
La clave para evitar estas situaciones es la prevención mediante el asesoramiento legal continuo. En PAUMARD abogados, como abogados especializados estamos al día con las últimas modificaciones legislativas, al igual que también proporcionamos estrategias proactivas, identificando posibles riesgos y ofreciendo soluciones antes de que se conviertan en problemas legales. Esta inversión inicial en servicios legales puede resultar insignificante en comparación con las posibles sanciones económicas y daños reputacionales.
El Rol Salvavidas del Abogado en la Vía Civil
Cuando surge una demanda, contar con la representación legal adecuada es crucial:
- Analizar la situación y diseñar la mejor estrategia de defensa.
- Negociar con las partes contrarias buscando acuerdos beneficiosos.
- Representar al administrador en todos los trámites judiciales.
En PAUMARD Abogados podemos ayudar a mitigar las consecuencias, negociando acuerdos, planteando estrategias de defensa, y representando al administrador ante los tribunales. Su experiencia y conocimiento son vitales para navegar por las complejidades del sistema legal y ofrecer la mejor defensa posible.
¿Quiénes Suelen Demandar a los Administradores?
Los administradores pueden ser demandados por una variedad de actores: la propia empresa, accionistas o socios descontentos, acreedores que se sienten perjudicados por las acciones del administrador, Agencia Tributaria, Seguridad Social y otras Instituciones o entidades gubernamentales que puedan ver infringida su normativa con el actuar del administrador.
Estrategias de Defensa en Situaciones Comunes
La defensa legal se basa en el tipo de reclamo presentado. Algunas estrategias comunes incluyen demostrar la diligencia debida, el cumplimiento de todas las normativas aplicables, y que se actuó en el mejor interés de la empresa. En casos de insolvencia, una defensa podría ser demostrar que el administrador tomó medidas razonables para minimizar las pérdidas de los acreedores.
Demostración de actuar diligente. Prueba de diligencia:
Una de las primeras líneas de defensa implica demostrar que, en todas las acciones y decisiones, el administrador actuó con la diligencia y cuidado necesarios, siguiendo los estándares de un gestor ordenado y leal. Esto incluye mostrar que se informó adecuadamente antes de tomar decisiones y que todas las acciones estaban orientadas a beneficiar a la empresa.
Cumplimiento de la Ley y Estatutos:
Aportar evidencias que demuestren que todas las acciones y decisiones tomadas estuvieron en conformidad con la Ley de Sociedades de Capital y los estatutos de la sociedad.
Desvinculación de decisiones dañinas:
Si es posible, demostrar que no participaron o se opusieron a decisiones que resultaron perjudiciales para la empresa. Esto podría ser a través de actas que reflejen votos en contra o ausencia en determinadas reuniones.
Uso de seguros de responsabilidad civil:
Muchos administradores optan por contratar seguros de responsabilidad civil que cubran posibles reclamaciones. Estos seguros pueden servir como una red de seguridad financiera en caso de litigios.
Asesoramiento legal previo:
Si antes de tomar una decisión se consultó a expertos legales y se siguió su consejo, esto puede ser utilizado en defensa del administrador para demostrar que actuó de buena fe y siguiendo recomendaciones profesionales.
Demostrar ausencia de daño o relación causal:
Si se puede probar que, aunque hubo una acción o decisión incorrecta, esta no causó un daño real a la sociedad o que el daño no fue causado directamente por dicha acción, se puede limitar o eximir la responsabilidad.
Ratificación de acuerdos:
En algunos casos, si una decisión es ratificada posteriormente por la junta general de socios, podría eximir de responsabilidad a los administradores, dependiendo de la naturaleza de la decisión y de la legislación aplicable.
Limitación de responsabilidad mediante acuerdos:
Aunque no es posible eludir toda la responsabilidad legal, en ciertos escenarios, los administradores pueden llegar a acuerdos que limiten su responsabilidad frente a determinadas acciones o decisiones.
Cumplimiento normativo:
Mostrar evidencias de que se han seguido todas las leyes y normativas aplicables, así como los estatutos de la compañía, puede ayudar a defenderse contra reclamaciones por negligencia o mala gestión.
Registro detallado de decisiones:
Mantener un registro minucioso de todas las decisiones tomadas, incluyendo las razones detrás de ellas y cómo se consideraron los intereses de la compañía, puede proporcionar una defensa sólida. Esto es particularmente útil si las decisiones fueron tomadas colectivamente en un Consejo de Administración.
Asesoramiento experto:
Si el administrador tomó decisiones basadas en el consejo de terceros expertos (como abogados, contables, consultores financieros), esto puede usarse como parte de una defensa, mostrando que se buscó y siguió asesoramiento experto de buena fe.
Mecanismos de control interno:
Establecer que la empresa tenía mecanismos de control interno efectivos puede ayudar a argumentar que cualquier problema no fue resultado de la negligencia del administrador.
Acciones correctivas:
Si hubo problemas, pero el administrador tomó medidas correctivas inmediatas, esto puede utilizarse para mitigar la responsabilidad, mostrando un esfuerzo proactivo para corregir situaciones que podrían dañar a la empresa.
Delegación de responsabilidades:
En estructuras corporativas donde las responsabilidades se comparten o delegan, un administrador puede defenderse mostrando que la responsabilidad de ciertas decisiones y acciones residía en otro individuo o comité dentro de la organización.
Fuerza mayor o circunstancias imprevistas:
En casos de eventos externos imprevistos o situaciones de fuerza mayor, el administrador puede argumentar que las circunstancias estaban más allá de su control razonable.
PAUMARD Abogados: Protección por responsabilidad del administrador
En resumen, la responsabilidad de los administradores es un terreno complejo que requiere una navegación cuidadosa. Los servicios legales proactivos y un asesoramiento experto son más que un gasto; son una inversión en la seguridad y el futuro de su actividad empresarial. No permita que una decisión mal informada desencadene una tragedia.